Angel Illarramendi

El compositor de música clásica Angel Illarramendi, que cuenta con 24 discos editados , además de obras incluidas en otros discos compartidos con otros autores, ha sido galardonado a lo largo de su trayectoria profesional con muchos y variados premios tanto en el ámbito nacional como internacional.

Tres nominaciones a los premios Goya, 1996, 1999 y 2005.  Premios del Círculo de Escritores Cinematográficos (C.E.C.),  2001 y 2005. Nominaciones a los  premios Cóndor, 2005 y 2007El XIV Festival de Cine de Toulouse le concedió el premio a la Mejor banda sonora por la música de  la  película “La buena vida”, 2009. Recibió  el premio CD Compact 2009 al mejor disco de música española del año.  En 2011 recibe el premio al Mejor autor de  música clásica por la obra 3ª Sinfonía- Harri Zuria, concedido por La Academia de las Artes y las Ciencias de la Música, entre otros muchos.

En este 2018 edita su último trabajo discográfico “Zuzenean”

Ángel Illarramendi Larrañaga nace en Zarautz (Guipúzcoa) en abril de 1958.

A los 6 años, inicia sus primeros pasos en la música, cantando en diversos festivales del País Vasco, de la mano de Manolo Urbieta.

A partir de los 11 años compone sus primeras canciones, tocando la guitarra de forma autodidacta. Mientras, estudia solfeo y piano con María Bárbara Aranguren, combinando con el Bachillerato.

Con 16 años inicia los estudios de armonía, contrapunto, fuga y composición con Francisco Escudero en el Conservatorio Superior de Música de San Sebastián.

En 1978 graba su primer disco en donde, además de canciones, incluye sus primeras piezas instrumentales. Para presentar el disco da varios conciertos, entre los que destacó el de la Plaza de la Trinidad de San Sebastián por incluir un cuarteto de cuerda en el grupo de acompañamiento.

En 1981, finalizados sus estudios musicales, inicia una breve pero fructífera colaboración como profesor y compositor en la debutante Escuela Vasca de Teatro «Antzerti». Escribe la música de varias obras escénicas (consultar www.illarramendi.com   apartado obra-teatro) así como sus primeras bandas sonoras y sus primeras obras concertísticas,  a la vez que imparte clases de armonía en diversas escuelas de música.

A partir de los 90 abandona la enseñanza para dedicarse por completo a componer tanto música concertística como música cinematográfica.

Sus nueve sinfonías, su «Concierto para clarinete, piano viola y orquesta», sus poemas sinfónicos «Espacio sonriente» y «Zarautz», su suite «Una historia reciente», su «Misa» para cuatro voces mixtas y órgano, su ópera de cámara «Zapatos de mujer», o su Cantata «Homo Spiritualis» son una buena parte de su obra concertística, sin contar su música de cámara (consultar www.illarramendi.com  apartado obra-obra concertística).

Como compositor de cine, ha trabajado con distintos directores y productores (consultar www.illarramendi.com apartado obra-filmografía), destacando su estrecha colaboración con el productor Elías Querejeta.

Entre los diversos reconocimientos que ha recibido destacan los siguientes premios y nominaciones:

Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos (C.E.C.), Premio «EL MUNDO DEL PAÍS VASCO» y Nominación al GOYA 1996 para la Mejor Banda Sonora Original por «El Último Viaje de Robert Rylands» dirigida por Gracia Querejeta.

Nominaciones a los premios C.E.C. y GOYA 1999 por la película «Cuando Vuelvas a mi Lado» dirigida por Gracia Querejeta.

Nominación al Premio del C.E.C. 2001 por la película «Aunque tú no lo Sepas» dirigida por Juan Vicente Córdoba.

Nominación al Premio CÓNDOR 2002 (Argentina) por la película «El Hijo de la Novia» dirigida por Juan José Campanella. Película nominada a los OSCAR.

Premio Teledonosti 2003 por su trayectoria profesional.

Nominación al premio CLARIN ESPECTACULOS 2004 (Argentina) por «Luna de Avellaneda» dirigida por Juan José Campanella.

Premio C.E.C 2005 (Círculo de Escritores Cinematográficos) por «Héctor» dirigida por Gracia Querejeta.

Nominación al GOYA 2005 por la película «Héctor» dirigida por Gracia Querejeta.

Nominación al CONDOR 2005 (Argentina) por la película «Luna de Avellaneda» dirigida por Juan José Campanella.

El disco de la «7ª Sinfonía» recibe el premio CD Compact 2009 al mejor disco de música española del año. 

El XIV Festival de Cine de Toulouse le concede el premio a la mejor banda sonora por la música de la película «La Buena Nueva» (adaptación de la 7ª Sinfonía) en octubre de 2009. 

En 2011 recibe el premio al mejor autor de  música clásica por la obra 3ª SINFONIA- HARRI ZURIA, concedido por La Academia de las Artes y las Ciencias de la Música 

El 15 de Septiembre de 2017 recibe un homenaje en Zarautz con un concierto monográfico a cargo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, el Orfeón Donostiarra y la Coral de Zarautz. Interpretando sus obras: “Zarautz”, “Concierto para clarinete, piano, viola y orquesta” y “7ª sinfonía”.

A día de hoy 2018  cuenta con 24 discos publicados (consultar  www.illarramendi.com apartado discografía) Además de obras incluidas en otros discos compartidos con otros autores.

(Significa: “En directo”)

Disco grabado en directo en Zarautz el 15 de Septiembre de 2017.

Con más de 200 intérpretes en el escenario entre músicos, cantantes y solistas.

Angel Illarramendi explica:

«Zarautz» es un poema sinfónico que me encargó el Ayuntamiento de Zarautz. Para mí era un reto importante. Tenía claro que debía ser una obra alegre y emotiva, con claras raíces vascas; tendría que expresar mi Zarautz de mañanas luminosas y atardeceres entrañables; con sus golpes de mar y ese espíritu lúdico que nos caracteriza a los zarauztarras. Se estrenó en Bilbao y quedamos muy contentos. Ahora toca presentar la obra a mis paisanos. ¡Qué responsabilidad! Espero que no me echen del pueblo.

El “Concierto para clarinete, piano, viola y orquesta” está dedicado a Charo, mi esposa, pues fue ella quien me animó a escribirlo. Consta de tres movimientos: rítmicos el primero y el tercero y lento el segundo. Nunca he sido amigo de excesivos virtuosismos en los solistas. Me aburre la verborrea de algunos conciertos. Me aventuré pues, a escribir el que podía ser para mí un concierto divertido; eligiendo estos tres instrumentos solistas con timbres tan diferentes para así poder crear un juego vivo y dinámico con la orquesta.

“La séptima sinfonía” fue la primera que compuse en un solo movimiento. Después vendrían “La octava”, “La novena”, también en un solo movimiento. Fue partir de una frase y dejarla crecer, derivando en dos temas que se van alternando y desarrollando con el único propósito de que todo fluya con naturalidad.

Para articular las voces me bastó sólo una palabra: «eneritza»; palabra sin ningún significado, pero que para mí tiene un gran atractivo, y resultó muy adaptable para articular todas las voces. Puede que la Séptima sea mi obra más espiritual. Trabajé la muerte a fondo y todo se me convertía en luz. Sé que un buen destino nos aguarda.

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