A Raúl Paz La Habana lo recibe bien, agradecido por su fidelidad, y él paga el hospedaje con ingeniosos fotogramas de música que conservan su cubanía. Por esa razón, son impresiones de luz que propician el disfrute de otra mirada sobre Cuba; mirada que fusiona nuestra frustrada bohemia, con las noches bohemias de cualquier otra ciudad del mundo. Digamos: París.

Su regreso ha rejuvenecido la estética habitual de la nueva canción cubana. O, para decirlo de un modo más singular, nos devuelve parte de la felicidad que nos caracteriza, y que expresamos con timidez o desamparo. Tiene la virtud de cambiar nuestro estado de ánimo.

Apenas lo escuchamos, la fusión entre música y ciudad nos sumerge en un baño de lágrimas y desenfrenos impuesto por la cubanía bohemia, sabia y elegante. No importa si para conservar tal estado de embeleso, bailamos, cantamos, o dejamos que alguna de sus canciones, por si sola, invada la periferia de nuestros sentidos; sencillamente, el disfrute de tal felicidad dirige nuestra mirada indiscreta sobre las escenas que se suceden en la memoria.

Canciones como “Cariño” y “Havanization” expresan las reminiscencias de La Habana que existe en el recuerdo de los que, en 1968, en París, ajustaron cuentas. Imposible no olfatear en ellas el aliento de Aznavour a través de los sonidos de una radio nocturna, que una pareja de adolescente escucha al Este de La Habana, mientras la selección natural de las especies les impone amarse sin compasión.

Un día llega a Paris y decide quedarse a vivir conmovido por ver tanta gente diferente. Imparte y recibe clases. Canta, baila, pero sobre todo, aprende. Y aunque La Habana le parece la ciudad

cosmopolita por excelencia, París lo desarma. La mezcla le explota el cerebro. Sueña con construir un puente definitivo con La Habana. Sabe que de los misterios que polvorean ambas ciudades, atrapará las imágenes irrepetibles que convertirá en canciones.

Al regresar a Cuba: teatros llenos. Persecución de los medios. Conversaciones entre vecinas. En Cuba sus canciones llenan por igual los Ipod de adolescentes y cuarentones. Padres que transfunden emociones a sus hijos, mientras ellos, a su vez, se esfuerzan por rejuvenecerlos.

De estas experiencias nace “Havanization”, trabajo que tiene alma, y porque tiene alma, tiene el buen gusto de aportar ingredientes poco explotados por el pop cubano, tales como la infrecuente observación de la ciudad.

“Havanization” suena bien. Invade nuestros sentidos y nos mueve de un modo inusual, sorprendente. Incluso, por momentos, dejamos de ser quiénes somos para encerrarnos en el universo.

“Gente”, Cariño”,  y “Carnaval”, se inscriben entre lo mejor que atraviesa las ventanas de la noche, si salimos a despejar el calor; si caminamos sin rumbo fijo.

Raúl Paz ha vencido el reto que significa volver, sentimiento sagrado para los cubanos de cualquier geografía. Al tiempo que recupera la autenticidad, a través de la cual, expresa su cubanía, aquella que transita por las calles europeas a plena luna, o debajo del paraguas, ajena a las exclusiones subterráneas y al desamor.

Este CD destila: Ron nuevo madurado en tonel antiguo.

Crecimos encerrados en una emisora de radio, Raúl, no lo niegues. 

La Vieja y Nueva trova, las divas españolas y el pop de los países del Este. Nino Bravo, Mina, todo un culto al sonido del Brasil, cantantes y compositores propios te bastaron para trascender aquellas diferencias que establecieron el reto de “vivir de espaldas al mundo”. El mejor rock argentino pos dictaduras, asomarnos por fin a Bob Marley en un Caribe instruido que necesitaba colorear sus influencias. “Empuja para que se abra la puerta”.

Todo lo que cuento es tu golpe, tu tumbao, el nocaut que repite y repica en mi cabeza cuando te escucho amenazarme con los titulares: “(…)de este carnaval”.
De esa emisora inenarrable han salido muchos, puede que sangremos por la herida de escape, pero regresar, para nosotros, es el único modo de darle vuelta al disco de vinilo negro y poner el ojo en la aguja, confesarnos desnudos y vestirnos para poner al día el sonido de la isla y andar en clave bien temperada, tocando el cielo con nuestro paquete de tierra grande.

¿Somos decadentes o vintage? ¿Somos museables o citables?

Todo puede detenerse en ti menos el arte de Havanization. Todo ha podido petrificarse o postergarse aquí, excepto tu Havanization que suena también a:Karel Goth, Alla Pugachova,BisserKirov, Eva Pilarova, Silvio y Pablo, Steevie Wonder,Bob Dylan, Las primeras grandes voces del Casino de la Playa que no vieron cumplido el sueño de “Buena Vista Social Club”, ofrendo el color de tu voz a “Compay Primero”: Lorenzo Hierrezuelo. “Sólo recuerdo lo que me conviene”… “Este Carnaval”.  

Las locomotoras estallan, los quejidos de las puertas en las fábricas aúllan. “Que te vaya bien”. Toda tu generación viaja contigo en el suave silencio que va de canción a canción, mientras se acaba el Carnaval de risa o “Lágrimas Negras” y sabemos que no es el fin porque llegas tú: Havanization now.

Wendy Guerra

Tracklisting

1. MEJOR 3’54
2. TENGO 3’23
3. HAVANIZATION (dúo Rosario Flores) 4’04
4. GENTE 3’48
5. AIRE 3’53
6. CARNAVAL (dúo Camille) . 3’35
7. FLORES 4’07
8. TAL COMO FUE 3’19
9. CARIÑO 2 4’15
10. UN LUGAR 3’32
11. PASAN 3’34