Ali Khattab y su disco «Sin País»

“Sin país” es la invención de un viajero egipcio enamorado del flamenco. Allá por el siglo XIX, cuando se construyó el imaginario de Andalucía y del flamenco, los viajeros románticos pusieron un fondo de misterio en lo que encontraron o imaginaron encontrar en Andalucía….. Ali Khattab ha inventado un ámbito propio, donde respiran y  laten con naturalidad los enormes músicos egipcios que le acompañan. Una alquimia perfumada destila ese alambique mágico en el que “hombre hace con mano”… Se equivoca quien quiera cortar las alas del flamenco. No todo está hecho. Del Cairo ha venido Ali Khattab con una obra tan romántica y genuina que expande el universo flamenco. “Sin país”, un sitio nuevo donde pueden encontrarse todos los amigos del flamenco que quieran sentirse como en casa.

Los temas del disco descritos por su autor

Este disco “Sin País” representa un trabajo de más de 6 años. No es un disco de Flamenco ni de música árabe: no sigue ningún camino fijo, nace de una acumulación de influencias que me han afectado desde el nacimiento. La cultura flamenca, la música árabe, la música del pueblo egipcio, la música africana de mi raíz, el baile religioso y la música tribal en general. Todas estas tradiciones musicales se manifestan por medio de instrumentos como laúd, el violín, la flauta egipcia, el contrabajo, y en la sección rítmica con el duff, la darbuca, las palmas, el req y el cajón, todos abrazados por la guitarra que imprime las melodías, la harmonía, los ritmos y las diferentes dinámicas de este proyecto.

Creo que la fusión verdadera es cuando sabes dónde colocarte en otras músicas y culturas. Un cantaor flamenco no tiene que aprender la música egipcia para cantar en ella, solo tiene que saber dónde colocarse  y vice versa.  Es eso lo que quería hacer en este disco “Sin país”.

Título del disco: “Sin país”
Composición y arreglos: Ali Khattab
Poema “Sin país”:  Ahmed Abul Hassan
Dibujos y pintura de la portada y caja : Ammar Abo Bakr
Caligrafía: Mahmoud Atef
Diseño gráfico: Hanifa, Cairo.
Graphic Carrousel, Madrid.
Grabación, mezclas y master: Tarek Hassanein |Click Studio, Cairo
Grabación Madrid: Roberto Visús
Producido por Ali Khattab

Músicos

  • Ali Khattab guitarra, percusión ( cajón, palmas y duff )
  • Hesham Essamoud
  • Abdou Dagher violín # 4                            (Prestigioso Maestro de Egipto) 
  • Mohamed Samyviolín # 1, 3, 6, 7, 8
  • Josemi Garzon contrabajo
  • Layth Solimannay                                        (Flauta egipcia)
  • Wael el Naggar acordeón
  • Ramadan Mansour percusión ( darbuca y duff )
  • Wael el Fashny  voz , percusión( req, duff y dweira )

Extracto del Poema “Sin País”

Viviré mi verdadera imagen
Un grano de arena
En los párpados de la vida
Arrastrado por el viento sin país
Desde la cima de la montaña
Hasta acompañar a la raíz

Texto de Pedro Calvo:

“Sin país” es la invención de un viajero egipcio enamorado del flamenco. Allá por el siglo XIX, cuando se construyó el imaginario de Andalucía y del flamenco, los viajeros románticos pusieron un fondo de misterio en lo que encontraron o imaginaron encontrar en Andalucía. El conde polaco Jan Potocki, precursor en el siglo XVIII, y en la centuria del XIX, el norteamericano Washington Irving, el francés Prosper Mérimée y el inglés George Borrow, todos fueron ilustrados, gente de letras, que llegaron a Andalucía y pintaron un imaginario que, con el tiempo y a su manera, los propios andaluces han acabado asumiendo. Los flamencos también. “Duende y misterio del flamenco”  se llama la célebre película documental que Edgar Neville rodó en 1952.

Aquella fascinación por Oriente que trajo a los viajeros románticos hasta Andalucía  creó unas fantasías que hoy son casi tan reales como el mundo en que viven los andaluces. No hay que perder de vista lo que el teórico literario Edward Said, siempre hay una aguafiestas,  denominó orientalismo: constelación de falsos prejuicios en el fondo de las actitudes occidentales con respecto al oriente. Al buen decir del poeta y estudioso José Luis Ortiz Nuevo, “la pureza del flamenco es un camelo”. No tengamos miedo y acojamos con los brazos abiertos a un viajero del XXI, un viajero que llegó de Egipto para aprender a tocar la sonanta. Ali Khattab (El Cairo, 1977) llegó a Jerez de la Frontera  en 1998 fascinado por la guitarra flamenca. Allí entró en los “secretos” del compás. En 2010 grabó su primer disco “Al-Zarqa” (Morena de ojos azules), donde hizo  hueco para la convivencia de los estilos flamencos con los ritmos árabes. “Sin país” viene para agrandar ese territorio. ¿Puede haber algo más romántico que un cairota, hermano de la revueltas árabes en la plaza Tahrir, tocando por tangos, rumba, bulerías y alegrías?

El flamenco es una criatura en edad de merecer. No me gustan en la actualidad los términos “fusión” o “mestizaje”, porque los leo degastados, vaciados de contenido por el uso banal de la mercadotecnia. Ali Khattab ha inventado un ámbito propio, donde respiran y  laten con naturalidad los enormes músicos egipcios que le acompañan. Una alquimia perfumada destila ese alambique mágico en el que “hombre hace con mano”. Y  esas manos tienen saber sobrado para pintar  colores de ensueño en la fantástica alfombra voladora de Ali Khattab:  el oud de Hesham Essam, el violín de Mohammed Sami, el nay de Laith Suleiman, el acordeón de Wael el Naggar, el contrabajo de Josemi Garzón y las percusiones de Ramadan Mansour y Wael el Fashny. Atraído por el imán de la gran música egipcia del siglo XX, Ali ha puesto en el lugar de honor a Abdo Dahger en el tema “Maestro”. Abdo Dahger, maestro del violín y  de la improvisación, pone esta grabación en  conexión física y espiritual con dos leyendas:  Om Kalthoum y Mohammed Abdel Wahab. Nadie extrañe el metal de las voces flamencas: Wael el Fashny canta con una voz laína, preñada de emoción y tan enduendada como un cuento de la Alhambra.

Se equivoca quien quiera cortar las alas del flamenco. No todo está hecho. Del Cairo ha venido Ali Khattab con una obra tan romántica y genuina que expande el universo flamenco. “Sin país”, un sitio nuevo donde pueden encontrarse todos los amigos del flamenco que quieran sentirse como en casa.

Pedro Calvo.

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